El pasado domingo (9 de Noviembre) me tocó debutar como hincha en un partido de River, de local contra el poderoso Huracán (sí, poderoso porque los 2 banquetes más importantes fueron allí, porque si de futbol hablamos…).
Y bueno, la locura que siento por River (!) únicamente llegaba a ver determinados partidos vía TV (no me culpes Negro, no todos somos tan fanáticos como vos).
Volviendo al tema, el mencionado partido comenzaba a las 19:40, por lo que me dispuse a salir con tiempo de mi departamento y así llegar temprano y conseguir una buena ubicación.
Por vueltas de la vida, salí con el tiempo justo. Afortunadamente ya disponía de mi entrada, la cual había sacado el viernes anterior.
Ya en el colectivo, me avivo que había tomado el ramal que me dejaba a unas lindas 15 cuadras de la cancha (el otro me dejaba a tan solo 1 cuadra).
Bajo del colectivo y a caminar se ha dicho. Hago un par de cuadras y veo que más nos acercamos, más empieza a aumentar la cantidad de hinchas que se dirigen al mismo lugar, seguidos por la pasión a estos colores que sólo se explica quienes lo sienten (bueeeeeeenaaaaa!!!!).
Paso el primer cacheo y el bendito policía, con una cara muy amable me dice: Flaco, sabés que no podés venir con encendedores, tiralo acá.
Me limité a poner una linda cara de orto, mientras pensaba “lindo debut eh!”.
Paso el 2º cacheo e ingreso al estadio, al sector Platea Sivori Baja y me ubico en un lugar con buena vista. Faltaban 20 minutos para el partido aún y ya la gente se hacía escuchar.
Reconozco que fui de antemano sabiendo sólo un par de cantitos, así que en los primeros momentos estaba muy calladito.
Minutos antes de comenzar el partido, veo que se empieza a corear un conocido cantito del club y escucho ruidos de bombos. Miro para arriba (yo estaba ubicado debajo de
Empieza el partido y a alentar se ha dicho.
No voy a decir mucho del primer tiempo, ya que terminamos
Con toda la sangre en la cabeza, grito los 3 goles que nos permitieron el empate. El último claro, a más no poder. e más está decir que a medida que se hacían los goles, aumentaba el aguante y el fervor de la gente.
Recuerdo que antes que comenzara el partido, uno de los mensajes que me llegaron decía: OJALA GRITES MUCHOS GOLES!...Se había cumplido el pedido.
En esos 20 minutos, toda la gente que estaba en la popular y en la platea Sivori, se quedó cantando y siguió alentando, cada vez con mayor intensidad.
Era emocionante ver tanto aguante, tanta alegría, tanta FIESTA de parte de los hinchas.
No nos pueden negar, lo que no tenemos en futbol, lo tenemos en demostrar pasión por estos colores.
Al lado de las salidas, había un par de cámaras de televisión que filmaban la fiesta de la gente.
En ese momento no me importó nada mi esguince y me sumé al agite, saltando y cantando como por 15 minutos. Fue vivir algo espectacular.
Me voy con la sensación de haber vivido algo único, de haber experimentado de una vez por todas, todo lo que siente un hincha al ir a ver a su equipo: alegría, emoción, bronca, angustia, agite, etc. En fin, una sola palabra: SENTIMIENTO.
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Ahí está la foto de Fran en el galliero, con toda la euforia encima 8-)
Fran dejó de ser virgo en ésto de ver partidos desde la tribuna.
Yo no soy de River, poco me importa si desciende, sale campeón o desaparece, pero como hincha de un equipo, entiendo todas y cada unas de las cosas que contó el Pancho de su debút.
Algún día contaré mi debut en la gloriosa Lerma y San Luis viendo a mi Amado y nunca olvidado Centro Juventud Antoniana.
Ahí tenés pancho, que sirva para que te recuperes.
Hoy te vas para Avellaneda, si ves una cámara, cantá, porque tenés algo de racinguista en la sangre
3 comentarios:
Que groso mi debut (h)!
Es muy largo de leer, así que dudo que alguien lo termine.
Pero, al menos, cumplí con lo prometido.
Un abrazo.
euuuuu yo pueod contar mi debut?
tururuuuuuuuuu
No, no podés.
El fulbo es sólo de y para hombres.
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