Pasaron ya 13 años de aquella soleada mañana del 3 de noviembre de 1995, una mañana que comenzó como cualquier otra, amanecía más temprano y empezaban los calores lindos de noviembre.
Todo normal hasta que a las 9:03 se sintió un estruendo que reventó vidrios de ventanas, de coches, y de todo lo que estaba cerca.
Subió el humo, un hongo como el de las bombas atómicas, el pánico, el terror, la desesperación y angustia de no saber que hacer, porque nunca te dijeron que a 3 cuadras de tu casa estaba el arsenal más desprotegido de Argentina.
El temor de no saber que había sido de tu familia, vos en un lado y ellos en otro, y no saber si estaban bien, sabiendo que mientras más cerca de la fábrica militar estaban eran más desgarradoras las imágenes.
un gran espanto, sin responsables, sin culpables, con muertos y con familias que sufrimos el desarraigo.
Volver a tu casa y ver todo destruido, techos caídos, puertas y ventanas arrancadas de cuajo, ver paredes quebradas por donde entraba luz, saber que las bombas llegaban y caían en el patio y que si alguna explotaba ahí otra hubiese sido la historia.
Queremos justicia, que el principal responsable, el turco hijo de mil puta de Mene* se haga cargo, y pague sus culpas, por tapar la venta de armas a Ecuador y Croacia destruyeron una ciudad, y siguen vagando por la vida lo más panchos, mientras hay familias que sufrieron tanta pérdida.
3 de noviembre de 1995
3 de noviembre de 2008
No olvidemos, no perdonamos.
1 comentario:
Al menos el "jefe" va a escuchar el veredicto por teleconferencia, o algo así.
Publicar un comentario