Vas a llegar cargada de temores, de desconfianzas, encerrada entre las murallas que fuiste construyendo para defenderte de los embates de la vida.
Vas a llegar con ilusiones, con los pocos o muchos sueños que todavía conservas (sueños que valientemente supiste disputarle al tiempo, empeñado en volverte adulta), con las ansias de encontrar seguridad y protección. Pero estarás a la defensiva: las "leyes del juego" imponen esa condición.
Te mostrarás segura, simpática, suficiente, amable. Habrás de resaltar muchas de tus cualidaddes de mostrarme una imagen casi periférica de tu persona: aquella que no te comprometa, la del hermoso envase de lujo. Pero, ¿Serás capaz de abrir tus murallas y dejarme pasar? ¿Me dejarás conocerte en profundidad? Porque es imposible amar lo que previamente no se conoce a fondo...
Mañana sigue
1 comentario:
Negro, a esta altura no tendría de qué sorprenderme... y sin embargo lo sigo haciendo.
Sos un sol negro. (un sol negro, no un sol, negro)
Jajaja, te quiero Daniel, quiero verte.
Publicar un comentario