23 de junio de 2009

Entrada Nº 193 "Una carta Parte I"

Seguramente uno de estos días vas a cruzarte en mi camino. Quizás sea mi son risa, mis ojos, o cualquier otra cosa lo que te atraiga. Y, así, accidentalmente, vas a llegar.
Vas a llegar cargada de temores, de desconfianzas, encerrada entre las murallas que fuiste construyendo para defenderte de los embates de la vida.
Vas a llegar con ilusiones, con los pocos o muchos sueños que todavía conservas (sueños que valientemente supiste disputarle al tiempo, empeñado en volverte adulta), con las ansias de encontrar seguridad y protección. Pero estarás a la defensiva: las "leyes del juego" imponen esa condición.
Te mostrarás segura, simpática, suficiente, amable. Habrás de resaltar muchas de tus cualidaddes de mostrarme una imagen casi periférica de tu persona: aquella que no te comprometa, la del hermoso envase de lujo. Pero, ¿Serás capaz de abrir tus murallas y dejarme pasar? ¿Me dejarás conocerte en profundidad? Porque es imposible amar lo que previamente no se conoce a fondo...



Mañana sigue

1 comentario:

Ro. dijo...

Negro, a esta altura no tendría de qué sorprenderme... y sin embargo lo sigo haciendo.

Sos un sol negro. (un sol negro, no un sol, negro)

Jajaja, te quiero Daniel, quiero verte.

Cumpleaños de mi gente querida. Si falta el tuyo, avisame.