Era sabido, llegado a Salta recién me iba a caer la ficha de lo que fue este viaje.
Ayer mandé un mensaje,
no quiero ser demagogo y decir que este fue el mejor viaje de mi vida, porque cada viaje tiene algo distinto al resto.
Lo que si puedo hacer,
es decirles a todos y cada uno de los que ví,
que son una masa, sino no hubiese elegido estos destinos para ir una vez trepada la ruta.
Más allá que lo que nos juntó sea una banda, descubrí, bah, no descubrí sino que
reafirmé amistades, terminé de darme cuenta cuánto puedo querer a personas a las que veo una o dos veces al año, y con otras pasa más tiempo, sin embargo... los quiero.
Vayan algunos en esta crónica de un tipo sin dormir.
Meli, sos una masa enana, me re bancaste allá, ni un día me dejaste tirado. Si bien parece que en Rosario los relojes van a otro ritmo porque me decías "llego en 5" y eran 48... siempre apareciste.
Me abriste la puerta de tu casa, me presentaste a tu familia, tu mamá me dijo que puedo ser su hijo también.
Cequi, loco te pasaste. Lo del domingo fue muy bueno, poder entender como se hace y el laburo que es. El asado, una manteca!
A vos también, gracias por recibirme en tu casa y dejarme dormir ahí.
Pequeña Rro, te lo dije no como hubiese querido, pero logré decírtelo. Y no lo repetiré acá, pero lo sabés. Me hiciste bien.
Lástima que no fuiste a los asados ni llegaste para que te haga llorar en la terminal. Tu risa...
Gastón, el mejor chofeeeer, otro más que me abrió su casa para dormir, siempre al pie del cañón, me robó la plata... me hizo quedar mal, pero todo quedó olvidado por el asadito al horno pizzero que se mandó.
Gracias por los paseos mostro!
Recién me doy cuenta que a vos te debo todavía el fernet, tanto hablar y no te lo pagué. Será para la próxima.
Dario, Rupert el bacalao. No me diste ni un babero para esa noche de Modo, y las pibas... te dormiste y no atacaste cuando debías, la onda era, yo traía un trago y vos hasta eso las tenías contra las cuerdas, pero no... nada.
Igual te perdono. Posiblemente el domingo volvamos a alentar en la misma tribuna luego de tanto tiempo.
Sil, la más linda del amor. A pesar de estar a pleno rindiendo te hiciste tiempo para viajar con nosotros, esos 3 mates estaban exquisitos, y la boca ancha, más todavía, no cazabas una en el poker, pero igual te sentaste a aprender. Diste unas lecciones de vida con esa charla en el camino a Las Varas, te hacía algo superficial, pero me di cuenta que no es así. No sé, en Febrero nos ponemos de novios acá, en nuestra provincia.
Matías, el punto final de este viaje, esa vieja promesa de visitar tu pueblo ha sido cumplida.
Una grande tu mamá con el asado del mediodía y Gonzalo a la noche. Jajaja, es broma, te salió espectacular la carne con no se qué. Todo, la tarde, el paseo turístico, el truco, el poker, la noche, el asado, el fernet, las birras, TODO.
Mansa cara de cansado tenías, pero aún así seguías en pie.
Todos los que nombré, todos los que no nombré pero estuvieron y los ausentes también, porqué no (aunque algunos para bien y otros para mal) lograron que yo pueda subirme al micro de vuelta a Salta con una sonrisa en mi cara, no por volver, sino por recordar lo bien que la pasé.
Son MI gente, por más que a Meli no le guste ese posesivo, son MI gente y siempre lo serán.
Que se venga Febrero, que se vengan todos a Salta.
Gracias, y no una, sino miles.