6 de noviembre de 2009

Entrada Nº 269 "Rro con sonrisotas"

¿Te acordás que me pediste que volviera cuando tuvera una sonrisota gigante en la cara? Bueno, acá estoy. Yo también estoy sorprendida de que sea tan pronto, pero bueno, te di mi palabra de que cuando reuniera las cualidades impuestas iba a volver, y acá estoy.
Vos viste como pienso yo, Negro... me cuesta horrores expresarme cuando estoy feliz. Pero bueno, por vos puedo hacer el intento.
No estoy acostumbrada a que todo marche sobre rieles. Y sí, me refiero a todo. La escuela, la cosas en casa, las cosas con los amigos, los proyectos para el futuro, los muchachitos que todo el tiempo me roban el corazón... Y sin embargo, parece que me toca. HOY me toca. Vamos a ver cuánto me dura, no, porque dicen lo bueno pasa rápido. Pero la verdad, no confío en todo lo que dicen. Además, si me engancho en esa ya está, olvidate de mis sonrisotas. En fin...
No se muy bien cómo hacer esto, me parece más una carta que una buena entrada para el blog, pero comprendeme, es como una especie de debut.
A tres semanas de terminar la escuela, caigo en la cuenta de que se está yendo (se me fue, prácticamente) la mejor etapa de toda mi vida. Pienso en las cosas que pasé adentro de esa secundaria y se me pianta un lagrimón, son muchas cosas, muy fuertes. Reparo en que me llevo más amigos de lo que creía, y ni hablar de las buenas relaciones que van a quedar atrás por esto de tener que optar por diferentes caminos. Pero me los llevo en el corazón, y de ahí no se van a ir jamás, ése es mi mejor consuelo.
También falta poco para verte a tí. Y creeme que estoy contando los días (metafóricamente, claro), porque no veo la hora de que estés acá y me des un abrazo de oso gordo. Y podamos reírnos de todo, me retes mucho, te desubiques un poco, y todas esas cosas que a vos te salen tan bien.
Por otro lado (y otra de las cosas que me hace muy feliz), está la facu. Después de haber ido el viernes pasado por primera vez, puedo decir que es exactamente lo que yo me imaginé. El lugar a donde pertenezco, donde quiero estar. Claro que también trae aparejado un montón de miedos, no me da vergüenza reconocerlo. Pero, es "ese miedo que me gusta", como dice la canción. Ahh, esa canción... me dió muchas vueltas en la capocha estos últimos días, por esas cuestiones amorosas de las que tanto te hablo, ¿viste? Sin duda gran parte de mis buenos humores y mis sonrisas infinitas se deben a eso. No es que de golpe, toda mi felicidad dependa de eso, pero, las mariposas en la panza siempre son bienvenidas...
Espero, Negrito, que ésta vez sea lo que espero, lo que quiero, lo que necesito. Y si no lo es, te va a tocar estar ahí, como siempre estás...
porque siempre estarán los que quieran estar.

1 comentario:

Cuatro dijo...

Claro ella escribe dos veces y Emilia no.
No los quiero mas (¿?)

Cumpleaños de mi gente querida. Si falta el tuyo, avisame.