Caminá siempre con la frente en alto, no mires nunca al suelo.
Es mejor encontrar paz en las alturas que dinero en la bajeza.
Caminá con la mirada al cielo, y recordá que una de esas estrellas que tanto brillan, esas que parecen con vida propia, una de esas es totalmente nuestra por la eternidad, aunque hayan millones más que brillen a la par.
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