27 de mayo de 2010

Entrada Nº 400 "Una imagen, una historia XII"

Pensaba "¿Qué podré postear para esta entrada que es un número tan redondo? 400 entradas se cumplen una sola vez y necesito algo que me refleje el alma"
Terminando de armar este pensamiento me dí cuenta que en la tierra hay una persona que me refleja el alma.
Nadie más que él sabe quien soy, y si no lo sabe, la imagen que él tiene de mi es la que quiero que tenga el mundo.

Cuando supe que venías.
Creo que estábamos en Setiembre, no hacía mucho frío, pero tampoco calor, tu mamá había venido a pasar unos días a Salta, y me contó que tal vez estaba embarazada... noticia que se confirmó a los 2 días.
¡Estaba embarazada, yo iba a ser tío!
Cuando me contó eso, me senté a escribir en una de las computadoras del ciber que teníamos en casa... empecé un archivo de word que se llamaba "anirbos" porque estaba convencido que iba a tener una sobrina (escrito al revés).
Y ahí le escribía como iba el día a día, las caras que se veían en casa, las lágrimas que a veces caían de ciertas caras, y yo con una sonrisa gigante dibujada en mi cara de jóvenes 19 años, contando a todo el mundo que iba a ser tío, que venía camino a mi mundo una persona que ya sabía me iba a dar tanta alegría.
El tiempo me dijo "NO, no es una nena, es un nene, se viene un negrito!!" y sin sospecharlo, fui más feliz todavía, un amigo, un sobrino!
Luego pasaron cosas en el medio, y por la bronca y odio que tenía encima no me dejaron seguir escribiendo, nunca entendí a la gente, pero en ese caso, entendía menos... vos venías en camino y una persona sin valor se iba. Una actitud tan desagradable que hizo que me tire a cuidar tu futuro, tu vida...
Yo estudiaba.. una noche había un asado de amigos, pero era justo un 16 de abril, el día que vos quisiste nacer. Me disculpé con mis amigos, y me quedé en el hospital, durmiendo en una silla plástica, con un dolor de cintura terrible, porque viste... soy re chiquito yo. Pero nada importaba sobrino, yo era feliz viéndote tan chiquito, tan frágil, tan carita de rata...
Dormí al lado tuyo, porque tu mamá no se podía mover, así que llorabas y yo me despertaba, tu mamá te daba la teta y yo te cargaba hasta que hacías provechito, quedabas tan perdido en mi pecho, todo dobladito y renegabas muchooo, hasta que te acostaba de nuevo y volvías a dormir...
Pasaron los días, viniste a casa, creciste... y hoy, sin darme cuenta casi, no estás acá, estás en un departamento, donde sos feliz, y yo te extraño tanto día a día que duermo para no extrañarte.
7 años, un mes y once días... y seguís creciendo.
Y seguís siendo lo más importante que tengo en mi vida...
Hoy quería escribir la primera noche tuya en este mundo, y creo que me salió bien.

Él es Santiago Lamónaca, además de mi sobrino, mi ahijado, y además de mi ahijado, mi mejor amigo y además de esi... mi tesoro más preciado.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

cuanta grnadeza en tus palabras... y cuantos sentimientos reflejados
Felicitaciones por sentirte asi!! emociona...

Eternauta dijo...

Zarpado texto, Negro... Posta que emociona...
Y sí, como nos cambian la vida los pendejos estos cuando llegan y nos obligan a preguntarnos cómo pudimos haber vivido sin ellos...

Ro. dijo...

No me voy a olvidar nunca, pero nunca, la vez que me pediste que le pusiera a una foto de él, alas. Santi está sentado en una playa, con una remera verde pálido.
Ahora que lo pienso, esas alas fueron demasiado poco para un hombrecito que genera tanto.

Mariela dijo...

Cuando a las palabras las escribe el corazón es inevitable que se piante un lagrimón y a mi se me piantaron más de uno. Que suerte tiene Santi de tenerte!

Cumpleaños de mi gente querida. Si falta el tuyo, avisame.